Cuenta la historia de un hombre llamado Jalisco, la leyenda dice que él era un hombre de unos 45
años que media cerca de 1.75 metros, era un hombre con cabello oscuro y con una
piel dura como la roca, la razón de esto es porque el siempre trabajo desde muy
pequeño y esto le hizo crecer de forma independiente, desde que era niño, él
tenía un “don” que le hacía poder ver a las personas fallecidas, mucha gente lo
vería como un “don”, pero él pensaba que era una maldición ya que siempre se
despertaba en las noches por las risas de mujeres y señores, esto no sonaría tan
raro si el no viviera en el monte, aislado de la gente y de la sociedad en sí.
Un día, mientras dormía tranquilamente en su hamaca,
escucho un ruido que jamás olvidaría en sus siguientes años de vida, se trataba
de un grito escalofriante que venía de la oscuridad de afuera, él, como
cualquier persona normal, sintió mucho miedo y cayo en un estado de petrificación
en el cual él no pudo ni hablar ni moverse…
Después de eso, decidido a descubrir lo que pasaba, él miro por la ventana y
miró a una mujer con una sonrisa cosida y flotando, la mujer tenía el cabello
negro y al parecer, ella flotaba en el aire, carecía de piernas y
solamente se le podía ver con la luz de luna.Después de esto, el hombre decidió
esconderse y cerro todas las puertas de su humilde hogar, él
nunca se pudo haber imaginado que encerrarse fue lo peor que pudo haber hecho,
ya que la mujer traspaso la puerta y se quedo ahí, en la puerta, mirando a los
ojos al pobre hombre que sufría de miedo, después de esto, la mujer se río y
desapareció…
La leyenda dice que el hombre quedo tan retorcido, que lo tuvieron
que encerrar en un manicomio al encontrarlo vagando por la carretera en la
noche, sonriendo hacía la nada y solamente sonriendo, después de estar 5 años
en el manicomio, Jalisco cometió suicidio y se dice que su alma se encuentra
vagando por la carretera, sonriéndole a los infortunados viajeros.
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